¿Qué es exactamente una IA y cómo funciona? Una guía sin tecnicismos

Cuando escuchamos el término «inteligencia artificial» (IA), muchos imaginamos robots futuristas. Sin embargo, la realidad de la IA es mucho más cotidiana. De hecho, la IA está presente en numerosas herramientas y servicios que usamos a diario. En esta guía explicaremos qué es la IA, qué tipos de IA existen (estrecha, general, generativa) y en qué ámbitos se utiliza, todo ello sin tecnicismos.

¿Qué es la inteligencia artificial?

En pocas palabras, la inteligencia artificial es la capacidad de una máquina o programa para realizar tareas que normalmente requerirían inteligencia humana. Dicho de otro modo, son sistemas informáticos diseñados para imitar habilidades cognitivas humanas como aprender, razonar o tomar decisiones. La IA simula la inteligencia humana: por ejemplo, puede reconocer imágenes, escribir poemas o hacer predicciones basadas en datos. Esto no significa que las máquinas piensen exactamente como nosotros, sino que siguen algoritmos (instrucciones matemáticas) que les permiten resolver problemas o realizar tareas de manera autónoma.

Sin embargo, eso no significa que las máquinas piensen por sí mismas o tengan consciencia. Aunque usemos la palabra «inteligencia», en realidad una IA se compone de algoritmos matemáticos, no de un cerebro vivo. Tu teléfono no siente ni entiende como una persona; simplemente ejecuta procesos automáticos muy sofisticados para imitar ciertas funciones humanas y darnos respuestas útiles.

¿Cómo funciona la IA en términos simples?

La magia detrás de la IA en realidad se basa en mucha matemática y datos. En lugar de seguir solo instrucciones fijadas de antemano, una IA aprende de la experiencia. Este aprendizaje se logra gracias a métodos de aprendizaje automático (machine learning), donde el sistema descubre patrones en grandes conjuntos de datos y ajusta su comportamiento en consecuencia. Podemos imaginarlo como educar a un niño: en vez de darle todas las respuestas, le damos muchos ejemplos para que él solo encuentre las reglas generales. De hecho, en lugar de programar manualmente todas las instrucciones para resolver un problema (como se hacía con el software tradicional), en la IA se entrena al sistema mostrándole muchos ejemplos hasta que aprende por sí mismo cómo realizar la tarea.

Por ejemplo, antiguamente para que una computadora jugara al ajedrez, los programadores debían introducir manualmente las reglas y estrategias. Hoy, en cambio, una IA puede aprender a jugar analizando miles de partidas.

Por ejemplo, los teléfonos inteligentes pueden agrupar tus fotos por tema (playa, fiesta, etc.) gracias a la IA. El sistema descubre patrones en las imágenes porque fue entrenado con muchísimos ejemplos. Si ve suficientes fotos de «bicicleta», con el tiempo aprenderá cómo es una bicicleta y podrá distinguirla de otros objetos.

Tipos de inteligencia artificial

No toda la IA es igual. Podemos clasificar la inteligencia artificial en distintas categorías, pero una división común es entre IA estrecha (o limitada), IA general e IA generativa, cada una con características distintas.

Inteligencia artificial estrecha o limitada (IA débil)

La IA estrecha es la que está diseñada para realizar una tarea específica o muy limitada. Es la IA más común hoy en día: de hecho, todas las IA actuales entran en esta categoría. Un asistente virtual, un filtro de spam o un programa que juega al ajedrez son ejemplos de IA estrecha: cada uno fue entrenado para una función concreta y no puede salirse de ese ámbito. Estas máquinas pueden incluso superar a un humano en su tarea especializada (por ejemplo, una IA puede vencer al campeón de ajedrez), pero no entienden ni hacen nada más allá de lo que fueron programadas o entrenadas para hacer.

Inteligencia artificial general (IA fuerte)

La IA general se refiere a una inteligencia artificial con capacidad de entender o aprender cualquier tarea intelectual, de forma similar a la inteligencia humana. En teoría, una IA general podría razonar, planificar y resolver problemas en múltiples dominios, no solo en uno. Hasta hoy no existe ninguna IA de este tipo; todas las máquinas inteligentes que usamos son estrechas. La IA general es más bien un concepto de ciencia ficción (por ejemplo, los androides casi humanos de las películas), y aunque algunos expertos creen que podría lograrse en el futuro, sigue siendo un ideal lejano.

Inteligencia artificial generativa

La IA generativa es un tipo de inteligencia artificial diseñada para crear contenido original en lugar de solo analizar datos existentes. Por ejemplo, ChatGPT puede generar textos (como respuestas u historias) y otras IA como DALL-E crean imágenes originales a partir de una descripción dada. Estos modelos aprenden patrones a partir de muchísimos datos (por ejemplo, millones de frases o de imágenes) y luego componen algo nuevo siguiendo esos patrones aprendidos. Así, ChatGPT escribe frase por frase prediciendo qué palabra debería venir después (de forma similar al texto predictivo de tu móvil pero a escala mucho mayor), logrando respuestas muy coherentes.

¿En qué ámbitos se utiliza la IA?

En nuestra vida diaria, si usas un asistente virtual en tu teléfono (como Siri, Alexa o el asistente de Google) y le haces una pregunta con tu voz, ese sistema utiliza IA para entender tu habla y buscar la mejor respuesta. De modo similar, en las redes sociales la IA decide qué contenido mostrarte: algoritmos analizan tu actividad y te muestran contenidos acordes a tus intereses. Además, los filtros de fotografía que te permiten poner efectos divertidos (como las orejas de perro en Instagram) emplean técnicas de visión artificial para reconocer tu rostro y superponer esos efectos.

Otro ámbito cotidiano donde brilla la IA es la navegación y los mapas. Aplicaciones como Google Maps o Waze utilizan inteligencia artificial para analizar el tráfico en tiempo real (basándose en millones de datos de otros usuarios y sensores) y encontrar la mejor ruta.

En definitiva, la IA se ha vuelto parte de nuestra vida cotidiana, imitando ciertas capacidades humanas para resolver problemas y hacernos la vida más fácil. Todas las IA actuales son estrechas y están presentes en asistentes virtuales, mapas digitales, etc. La idea de una IA general con inteligencia al nivel humano sigue perteneciendo al terreno de la ciencia ficción. Las recientes IA generativas demuestran el potencial creativo de esta tecnología, pero al final la inteligencia artificial no deja de ser una herramienta creada por personas. Usada de forma responsable, puede aportarnos grandes beneficios y avances en el futuro.